El bautismo es un sacramento de fe a través del cual se le atribuye la condición de
cristiano a un individuo, y mediante el cual éste nace a la vida espiritual. El significado de la
palabra Bautismo viene del griego Báptisma o Baptizo que significa «sumergir»,
«hundir», «bañar», «ahogar». Es catalogado como la principal y primera ordenanza que se vincula con
la salvación en los evangelios,
el bautismo
es un acto que testifica la fe de un seguidor de Jesús, conlleva al arrepentimiento de decisiones u
acciones que no se amolden a las convicciones cristianas y expone el deseo de la persona que lo
realiza a actuar conforme al ejemplo de Cristo. Para los cristianos no es sólo un ritual sino una
experiencia determinada por la renovación y transformación del ser.
El cristianismo se divide principalmente en tres ramas, iglesias ortodoxas
orientales, iglesia católica romana e iglesias protestantes occidentales, de estas tres ramas
surgen decenas de divisiones en las que el
bautismo
es celebrado de diversas formas. En la iglesia católica el bautismo es considerado el primer
sacramento de los siete establecidos por esta religión, la confirmación, penitencia, eucaristía,
unción de los enfermos y el matrimonio son algunos de ellos. El objetivo principal del bautismo en
el catolicismo es liberar a los seres humanos independientemente de su nivel de conciencia del
pecado introducido desde Adán y Eva.
En la iglesia evangélica cuyo nacimiento proviene de la reforma protestante, la
celebración del bautismo está determinado por el nivel de conciencia del individuo, el requisito
fundamental para llevar a cabo esta ceremonia es que la persona profese su fe en Cristo desde un
entendimiento pleno de convicciones, es decir, el individuo decide ser bautizado en el pleno uso de
todas sus facultades y se compromete a llevar una vida cristiana conforme a las escrituras
previamente estudiadas.
Bíblicamente hay dos tipos de bautismos, sin embargo al englobar las distintas
modalidades del mismo en las diversas ramas del cristianismo se pueden definir tres.
Bautismo por inmersión; es aquel que viene reseñado en la biblia por Jesús,
quien dio el ejemplo siendo bautizado a través de este método el cual posteriormente fue empleado
por la iglesia primitiva. El primer paso para llevar a cabo éste tipo de bautismo es reconocer a
Jesús como Señor y Salvador, luego se procede a la inmersión en el agua en un acto público en donde
los demás miembros de la iglesia son testigos de la ceremonia, este tipo de bautismo actualmente es
el utilizado de manera obligatoria, por los partidarios de la reforma protestante, por la Iglesia
Ortodoxa e iglesias orientales así como en el Cristianismo Fundamentalista.
Bautismo en El Espíritu Santo; este tipo de bautismo se basa en lo expuesto en
el evangelio de Hechos 1:5, en donde el poder del Espíritu Santo cae sobre el creyente, quien
derrama a partir de allí dones y habilidades que le permite cumplir con mayor influencia sus
labores cristianas, el don de hablar en lenguas angélicas, profetizar, sanar, son sólo algunos de
los poderes atribuidos a este tipo de bautismo.
Bautismo por ablución o lavado de algunas partes del cuerpo, éste método
utilizado por los partidarios del Catolicismo Romano consiste principalmente en la salpicadura de
agua sobre la frente y es llevado a cabo por un sacerdote. En la antigüedad este modo era reservado
sólo para los casos en donde las personas no pudieran ser sometidas al bautizo por inmersión debido
a problemas graves de salud o cualquier otro tipo de incapacidad que le dificultara el cumplimiento
de la ceremonia tradicional, sin embargo, con el transcurrir de los años la excepción se convirtió
en una norma, transformándose en la forma regular de realizar los bautizos.
Considerando las tres formas en las que se puede llevar la celebración del
bautismo dentro de la comunidad cristiana, si hacemos una analogía bíblica se podría decir que el
modo más fidedigno al de Cristo es el bautismo por inmersión, sin embargo, esto no es un requisito
indispensable para la salvación debido a que según las escrituras la salvación es por gracia y no
por obras, este es un acto más de obediencia que va acompañado del arrepentimiento y el deseo de un
nuevo comienzo.
Sin embargo, a pesar de que este término es utilizado principalmente por los
partidarios del cristianismo, su origen y celebración no es exclusiva de esta corriente, el
bautismo
o baños sagrados también han sido muy comunes a lo largo de la historia en diversas religiones
antiguas, tomando como principal sentido el deseo de purificación y renacimiento a una vida nueva.
Hay datos que remontan la práctica de los baños sagrados a los cultos a Eleusis; en las religiones
egipcias y babilónicas, en los cultos a Isis; en el sintoísmo, religión de origen japonesa y en la
cultura Inca; así como en otras diversidades de creencias.
La celebración del bautismo en las religiones paganas se presume que se basaba
en la atribución que se le daba al agua como agente purificador por sus propiedades.
En Egipto, tenían una tradición basada en el bautismo de los niños, consistía en
limpiarlos o purificarlos de las manchas provenientes del seno materno, para los egipcios el agua
era un elemento de restauración sobre todo la proveniente de río Nilo, por lo que era utilizada
para distintas ceremonias ya sea las protagonizadas por la vida en el caso del bautismo de recién
nacidos o la protagonizada por la muerte en el caso de los rituales en donde bautizaban a los
fallecidos. En el mundo griego antiguo la inmortalidad, la vitalidad física y la renovación del
espíritu estaban asociadas al bautismo.
En la actualidad el bautismo se lleva a cabo en otras religiones o creencias
como por ejemplo en el Judaísmo donde se bautiza a los varones tras haberles practicado la
circuncisión, no realizando dicho ritual a las mujeres.